A pesar de que la PGJEM se mostró hermética y para ocultar de alguna manera su incapacidad para resolver este tipo de casos negó todo tipo de información, LA PRENSA logró establecer por testimonio de familiares del ahora occiso que éste respondió en vida al nombre de Pedro Oliver Castañeda, comerciante de la Central de Abasto, a quien un grupo de delincuentes que exigían 100,000 pesos por su liberación, lo plagiaron el pasado martes, cuando salía de su domicilio, ubicado en la Colonia Sagiatario 10, en este municipio.
Según versiones de una de las hermanas del ahora occiso que pidió anonimato por motivos de seguridad, su hermano tenía 5 años trabajando en la Central de Abasto de Ecatepec y dijo que después de que los presuntos plagiarios se lo llevaron, entablaron comunicación vía telefónica con ella para exigirle primeramente 100,000 pesos por su liberación, luego 50,000 y finalmente 10,000 más su camioneta; sin embargo, como ella no tenía la capacidad para juntar el dinero, pues el único que podía hacerlo era su consanguíneo, los miserables delincuentes amenazaron con matarlo "si en un tiempo considerable" no les entrega el dinero.
La destrozada mujer, dijo que a pesar de que ella y sus familiares se movieron para juntar el dinero, desafortunadamente no pudieron hacerlo, por lo que ante el temor de que los delincuentes cumplieran con su amenaza se trasladaron a las instalaciones del centro de justicia local para denunciar los hechos, sin embargo, dijo, tal acción al parecer resultó contraproducente, pues horas más tarde recibieron la noticia de que en el kilómetro 21 + 500 de la carretera Texcoco-Lechería, a la altura de la termoeléctrica había aparecido dentro de una camioneta Voyager verde, el cadáver de una persona, vendada del rostro y cubierta con una cobija, que coincidía con las características físicas de su hermano.
A pesar de que sabían que la camioneta de su hermano era precisamente una Voyager verde y que al parecer los presuntos secuestradores había cumplido con su amenaza, todavía con la esperanza de que no se tratara de su familiar, se trasladaron a las instalaciones del Semefo del centro de justicia local y al tener de frente el cuerpo, lamentablemente confirmaron la mala noticia, pues identificaron plenamente el cadáver como el de su consanguíneo Pedro Oliver Castañeda.
Al respecto, elementos del grupo antisecuestros de la PGJEM informaron que en un intento por aclarar el secuestro y asesinato del comerciante de la Central de Abasto, ya iniciaron con las investigaciones correspondientes y de entrada dijeron que ya interrogan a familiares y amigos cercanos del ahora occiso, pues afirmaron que casi tienen la certeza de que sus verdugos eran conocidos, pues señalaron que secuestradores "profesionales" sabiendo de la posición económica de su víctima no piden 100,000 pesos y mucho menos bajan "sus pretensiones", además de que resulta un tanto extraño que después de que familiares del comerciantes denunciaron los hechos, lo asesinaron, lo que habla de que eran conocidos y para evitar problemas decidieron privarlo de la vida, seguramente para evitar que los denunciara.
Lo que es cierto es que a familiares del ahora occiso no les importa si los sujetos que lo secuestraron y asesinaron eran o no conocidos, lo que les interesa y exigieron es que la PGJEM trabaje en este caso, lo aclare y pongan tras las rejas a los responsables y que este crimen no quede impune como ya es una mala costumbre en territorio del Estado de México, por incapacidad policiaca.
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